Martes 12 de junio.
Ese día terminé el taller de narrativas de género que hice durante dos meses con un grupo increíble de compañeras del que aprendí mucho. Aprendí a escuchar, aprendí a escribir, a abrirme y a perder la vergüenza de leer en voz alta mis producciones. Como era el último encuentro fuimos todas a tomar algo y fue lo más cercano a una “previa” que viví. Es que al día siguiente, todas nosotras y miles de mujeres íbamos a estar en una vigilia en las afueras del Congreso, mientras adentro los y las diputadas iban a estar discutiendo y votando la ampliación o no de derechos para las mujeres, si aborto legal o aborto clandestino.
Por supuesto esa noche casi no dormí, estaba nerviosa y ansiosa y casi por reflejo entraba a Twitter para ir chequeando el poroteo y lo que se hablaba. Obviamente no era la única en esa situación.
Miércoles 13 de junio.
Eran las 7 de la mañana y yo ya estaba despierta y por ir a ducharme, ya tenía preparada la ropa que me pondría para ir a trabajar y luego estar hasta tarde con mis amigas en el Congreso.
Preparada con mis calzas verdes, pullover violeta, pañuelo verde al cuello y termo en la mochila, arranqué hacia el subte. Como en los últimos tiempos, mirara donde mirara, las mochilas tenían todas su pañuelo atado y eso me genera una sensación de tranquilidad enorme, como en los Encuentros de Mujeres en los que te sentís acompañada y te sonreís en un acto de complicidad con todas las que lo llevan puesto.
A las 10 llegué a la oficina, me busqué un café con leche y puse la transmisión en vivo de Diputados para escuchar todas las exposiciones. Busqué a mis compañeras, nos abrazamos y seguimos tratando de trabajar aunque era casi imposible.
A las 14.30 nos fuimos con mis tres compañeras feminazis de prensa (así llamamos a nuestro de grupo de whatsapp) al Congreso para cubrir uno de los gazebos que iba a tener talleres de ESI, juegos, etc. y empezaron las emociones, es que ahí había varias mujeres sindicalistas al micrófono hablando de la importancia de tomar las calles y de lo histórico de esta movilización.
Después de al rededor de tres horas de cobertura con las chicas nos pudimos ir a mezclarnos en la marea verde que estaba avanzando a ritmo de canciones, gritos y saltos y nos perdimos en la multitud hasta llegar a un escenario que no podíamos creer que fuera uno de los principales. Era imposible quedarse mucho tiempo porque la cantidad de gente hacía difícil respirar, vimos salir a Vicky Donda, Lipovetsky y más diputados y diputadas a dar ánimo a todas las que estábamos ahí afuera haciendo el aguante.
Logramos alejarnos un poco y nos pusimos a repensar nuestra estrategia y a definir qué íbamos a hacer. Finalmente a eso de las 20.30 nos fuimos a lo de un amigo que vive a cuadras de ahí y nos había ofrecido su casa para ir al baño y calentarnos un poco. Llegamos, pusimos la tele para ver qué estaba pasando adentro del recito y después de un rato nos fuimos a una pizzería a cenar para luego volver a la vigilia un rato más.
El bar estaba lleno de pañuelos verdes, aplausos y alegría, se festejaba cualquier cosa que pasara, desde encender la tele que había ahí, aunque sólo estaba tn, hasta la llegada de una faina! Estábamos todes en la misma, por lo mismo: Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Volvimos a la calle, era la noche más fría del año, había carpas, chicas cubiertas con frazadas haciendo roda en el piso, otras abrazadas para darse calor y nosotras caminando, sacando fotos, no pudiendo creer lo que estábamos viviendo. Se hicieron las 12 y pico de la noche y nuestra idea era quedarnos hasta esa hora para después con mis dos compañeras de zona sur ir a mi casa y mi otra compañera ir a la suya a descansar un poco para volver a las 6.30 a la votación. Cuando nos estábamos yendo, me encontré con unas amigas, nos abrazamos, me compartieron del vino que estaban tomando en una taza de plástico para calentarse un poco, quedamos en arreglar para vernos en otro momento y deseamos poder reencontrarnos al día siguiente para celebrar la media sanción.
Llegamos a mi casa a la 1 y algo y pusimos la tele, allí pasaron un resumen de algunas de las exposiciones de antiderechos que sin argumentos nos compararon a las mujeres con perros. Después de dar vuelta un rato nos fuimos a dormir, mi alarma estaba a las 5.45.
Jueves 14 de junio.
Siempre me costó levantarme a la mañana, esta vez no dejé sonar dos veces el ring, me levanté, chequeé el celular y ví que mi compañera mandó un mensaje que tenía fiebre y no se sentía bien. Me puse mal porque quería vivir con ella todo lo que iba a pasar pero sabía que esto iba a ser sólo un capítulo y en el próximo íbamos a estar juntas. Miré twitter para revisar el poroteo que cambiaba minuto a minuto y ví que la votación estaba demorada, le avisé a las chicas y dormimos un rato más.
A las 8 ya estábamos en la pantalla que había sobre la calle Callao esperando la votación, fueron cayendo otras compañeras que por el grupo de whatsapp pedían que digamos coordenadas para encontrarnos.
Escuchamos juntas a los y las últimas oradoras y llegó el momento de la votación. Nos agarramos de las manos, de los brazos, miramos para arriba, otras para abajo y de repente se hace un silencio y se escucha “131 votos…” y ahí no puedo ni describirlo, gritamos tan fuerte que la tierra tembló, lloramos y nos abrazamos y volvimos a gritar y así un sin fin de veces. El corazón se me salía del pecho y cuando lograba dejar de llorar veía a una piba lagrimeando y empezaba de nuevo. Después hubo un nuevo silencio, todas mirábamos nuestros celulares para ver qué estaba pasando y ahí alguien dijo “Hubo un error en la votación” y ahí nos corrió un frío por la espalda aunque rápidamente recuperamos la alegría cuando confirmamos que fueron 129 votos a favor y habíamos ganado esta pelea. Cuando nos bajó un poco la tensión, fuimos a desayunar todas juntas, eramos seis pero se fueron sumando amigas de amigas y terminamos en una mesa larga tomando café con leche y comiendo algo para cargar energías después de lo que habíamos vivido.
Sábado 16 de junio.
Empiezo a ver en mi timeline opciones de pañuelos para las campañas de legalización del aborto en Chile, Perú, Colombia y México que al ver lo que logramos el 13 de junio se pusieron a pensar estrategias para sus países. ¡América Latina va a ser toda feminista!
Viernes 22 de junio.
Gabriela Michetti, presidenta de la cámara alta, decidió enviar el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que obtuvo media sanción en Diputados, a cuatro comisiones: Salud, Justicia y Asuntos Penales, Asuntos Constitucionales y Presupuesto con el claro objetivo de retrasar la discusión en Senadores.
Sábado 23 de junio.
La vicepresidenta de la Nación fue invitada al programa de Mirtha Legrand y mintió en cámara diciendo que en el interior del país no quieren que se legalice el aborto.
Mientras tanto, en twitter, Federico Pinedo, Senador de Cambiemos tuvo una actitud típica de machito, patrón de estancia y le dijo a la diputada de su bloque, Silvina Lospennato que “baje un cambio” en su militancia y argumentación a favor de la legalización del aborto.
Lunes 25 de junio.
Margaret Atwood, la escritora canadiense, autora de la novela The handmaid`s tale interpela a Michetti en Twitter: “Vicepresident of Argentina @gabimichetti: don’t look away from the thousands of deaths every year from ilegal abortions. Give argentinian women the right to choose! #AbortoLegalYa #QueElAbortoSeaLey #NiUnaMenos #AbortoEnSenadoYa @cdnwomenfdn @equalitynow” *
El mundo nos está mirando: el 13 y 14 de junio, las calles fueron nuestras y gritamos lo que durante años silenciamos porque no se podía nombrar. No hay vuelta atrás, nosotras ya ganamos y estamos haciendo historia. Esperamos que los y las senadoras estén a la altura y voten a favor de las mujeres ¡Que sea ley!
*Vicepresidenta de Argentina @gabimichetti: no mire para otro lado a las miles de muertes anuales por abortos ilegales. De a las mujeres argentinas el derecho a decidir! #AbortoLegalYa #QueElAbortoSeaLey #NiUnaMenos #AbortoEnSenadoYa @cdnwomenfdn @equalitynow”
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